Una osezna de anteojos de aproximadamente dos meses y medio, que fue encontrada en un campo de cultivo en la provincia de Sandia, en el departamento de Puno, tiene ahora un nuevo hogar en el Parque de las Leyendas.
En coordinación con el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), el parque coordinó el traslado de la cría a Lima, a fin de brindarle el cuidado necesario para su desarrollo. Al llegar al zoológico, luego de una evaluación preventiva, se le encontraron parásitos externos, por lo que se inició rápidamente un tratamiento.
Asimismo, se diseñó un protocolo especial de crianza, dado que, por su corta edad, requiere una dieta basada en fórmula láctea, la cual contiene proteína en polvo, leche deslactosada y miel. Actualmente, ya pesa más de 2.5 kg.
Un equipo de especialistas está con ella permanentemente para alimentarla y estimularla, a través de juegos, a escalar, saltar, morder, trepar, etc., con el fin de que aprenda a desenvolverse.
El oso de anteojos habita en zonas montañosas de los Andes del Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Bolivia. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), es una especie vulnerable, pues enfrenta amenazas como la caza ilegal, pérdida de hábitat y tráfico ilegal.
Además de la pequeña osezna, el centro de esparcimiento alberga tres osos de anteojos: Coronel y Estrella, con más de 20 años; y Cony, que llegó en el 2018, rescatada del tráfico ilegal de animales.
A pesar de las limitaciones económicas a raíz del cierre de casi cinco meses, debido a la pandemia, el Parque de las Leyendas continúa velando y cuidando a las especies en peligro de extinción.