Un proyecto de ley de la parlamentaria Patricia Donayre Pasquel (PPK) buscará prohibir la presencia de niños y adolescentes en espectáculos violentos, donde se maltrate, torture o sacrifique animales vivos o se les haga luchar entre ellos con fines de esparcimiento porque afecta la integridad personal de niños y adolescentes.
Para ello plantea la modificatoria del artículo 4to. del Código de los Niños y Adolescentes en los siguientes términos: “ En su integridad personal el niño y el adolescente tienen derecho a que se respete su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. No podrán ser sometidos a tortura, ni a trato cruel o degradante”.
“Se consideran formas extremas que afectan su integridad personal la participación y/o involucramiento espectáculos públicos violentos en los que se maltrate o sacrifiquen animales vivos, el trabajo forzado y la explotación económica, así como el reclutamiento forzado, la prostitución, la trata, la venta, el tráfico de niños y adolescentes y todas las demás formas de explotación”.
La iniciativa presentada en el foro internacional ‘Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes del Perú”, contó con el auspicio de la legisladora Patricia Donayre Paquel, el Grupo de Iniciativa Nacional ‘Por los Derechos del Niño’ (GIN), que preside Ana María Watson y el Consejo Independiente de Protección de la Infancia (CIPI).
El proyecto surge de la preocupación de instituciones nacionales e internacionales que tienen a los niños y adolescentes como su objeto central, especialmente el UNICEF, el Comité de los Derechos del Niño de las Organizaciones de Naciones Unidas.
Así como en los principios y disposiciones de la Convención Americana de los Derechos Humanos , la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas y la Constitución Política del Estado vigente y el Acuerno Nacional.
Según manifestaron expertos en el tema hay algunos avances en la legislación internacional que se derivan del reconocimiento que lastimar o sacrificar animales delante de niños es pernicioso para su salud mental o formación moral.
Antecedentes en legislación internacional
El reconocimiento de los daños ocasionados a los niños expuestos al maltrato animal, en la legislación federal de EEUU ha establecido que llevar a un menor de edad a eventos donde se den peleas de animales como peleas perros o gallos es un agravante que conlleva penas severas”…
La legislación de los estados de Idaho e Illinois, considera maltrato infantil a las torturas de animales (incluyendo el maltrato en rituales), delante de un menor de edad. En el mismo sentido, en Canadá, incurrir en actos de abuso sexual de un animal ante un menor de edad 10 o incitar a un niño a participar en actos de bestialismo, es considerado maltrato infantil y puede ser penado con hasta 10 años de cárcel.
El informe de la Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (COPPA), denominado ‘Menores de edad y tauromaquia: observaciones y textos de expertos”, reseña que ..”El conocimiento científico sobre los riesgos de exponer a niños al maltrato animal y la creciente sensibilidad social sobre la necesidad de proteger al menor de edad de la violencia hacia animales, especialmente aquella que es cometida o aplaudida delante de los niños por sus referentes adultos, ha favorecido que en la última década muchos gobiernos hayan reforzado medidas legislativas relativas a la protección del niño frente a la violencia contra animales que se da en determinados espectáculos.
Legislación en Latinoamérica
En Latinoamérica ya se han dado avances en la protección de menores de los efectos de espectáculos sangrientos, reminiscencias de un pasado lejano y brutal que debe ser superado.
Ecuador emitió un reglamento mediante el cual se prohibió la entrada de menores de 16 años a espectáculos de violencia extrema y maltrato de animales.
En Venezuela el Juzgado de Niñas y Niños y Adolescentes, prohibió el ingreso de menores de 18 años a las corridas de toros.
En México, el Municipio de León, ha modificado su normativa sobre espectáculos públicos, prohibiendo el ingreso de menores de 14 años a las corridas de toros y espectáculos donde se hiera voluntariamente a animales.